El Lunes 10 de Septiembre de 2012 será una de esas fechas que recordaré siempre. Y lo recordaré porque es uno de esos días que trascienden en el tiempo por méritos propios. Ese día tuve la inmensa fortuna de conocer a 34 personas geniales y magníficos profesionales en el Clínic Joven Emprenda.
Hay experiencias en la vida que nos marcan y esta ha sido una de ellas. Es muy difícil encontrar gente con la que coincidas en sentido del humor, intereses, forma de entender la vida o ambiciones profesionales. Por tanto, aún no me creo haber encontrado un grupo tan cohesionado desde el primer día, donde no ha habido fisuras y en el que siempre ha habido sitio para la colaboración y para las carcajadas.
Por ello os brindo desde aquí mi pequeño homenaje. Y es pequeño porque vosotros sois muy grandes y no hay nada que pueda escribir que alcance vuestro tamaño. Así que no me queda más remedio que daros las gracias.
Gracias a Alberto, por ser un fiestero en la sombra y porque un tío que se dedica a la inteligencia artificial puede llegar a ser muy natural.
Gracias a Alejandro “Trebeyos”, por querer seguir progresando y enseñarnos que, si se quiere, se pueden superar las barreras que se nos ponen por delante.
Gracias a Alejandro “El abogado”, por aportar desde la observación y la prudencia.
Gracias a Alex, por sus ganas de aprender, su curiosidad sin límites, su energía y por querer que sea su padrino.
Gracias a Alejandra, por impulsar a los demás a hacer las cosas desde el anonimato.
Gracias a Guille, por tener siempre una sonrisa en la cara, porque lo mismo te hace la culebra que te relincha como un caballo y por elevar a la máxima potencia el respeto hacia los demás.
Gracias a Álvaro, porque leeremos sobre él en los libros de historia y porque de pequeño quiero ser como tú.
Gracias a Carlos Díaz, porque tras un cuerpo apolíneo puede haber una formidable persona.
Gracias a Luisi, por tener un perro que parece un gato y por hacerme pasar gran parte de los mejores ratos.
Gracias a Alfredo, por contar chistes que no veas, que los escuchas y te meas y por estar ahí pa’ lo que sea.
Gracias a Javi, por ser un magnífico conversador y por tirar siempre del carro sin pretender recibir nada a cambio.
Gracias a Aly, por animarnos siempre a todos aunque se ciernan sobre nosotros 50 sombras de Grey, por tu pasión y por ser nuestro emoticón.
Gracias a Irene, por dedicar su tiempo a que todos tengamos las mismas oportunidades.
Gracias a Sergio, por tu sonrisa pícara, por tu ingenio, por tu talento y porque me parto la caja contigo… eh, tío!
Gracias a Isa Sariego, porque eres la única persona a la que le dejaría las llaves de mi casa, mis hijos, mi cuenta corriente y la contraseña del Twitter.
Gracias a Romina, porque eres tan buena que deberían de dedicarte una ISO sólo para ti.
Gracias a Yeray, porque has sido mi confidente, me he reído un montón contigo y porque eres un artistazo.
Gracias a Eu, porque con ella puedes llorar y reír en cuestión de minutos, porque hablar contigo es un placer y porque eres el antónimo de ingrata.
Gracias a Carlos Parkour, porque no hay dolor y sí hay mucha inteligencia y buen rollo en sus entrañas.
Gracias a Juan, por demostrar que un osito de peluche puede ser un magnífico empresario y un tío cojonudo.
Gracias a José Ramón, porque las apariencias engañan y es una de esas personas que trepan como una araña hasta que al final los ojos te empaña.
Gracias a Moisés, porque no le importa el qué dirán y por ser un tipo hecho así mismo.
Gracias a José Martín, por tener el don de decir poco y aportar mucho.
Gracias a Mayte, por ser una magnífica anfitriona y una bellísima persona.
Gracias a Esther, por tener los ovarios muy bien puestos y por ser más natural que un yogurt.
Gracias a Sabrina, por vencer su timidez y mostrarnos que es mucho más de lo que parece.
Gracias a Christian, porque es 7 veces más fuerte que tú y veloz, y siempre está de buen humor.
Gracias a Yasmina, porque con ese tesón y personalidad uno puede llegar donde le dé la real gana.
Gracias a Jorge, porque eres un jugón, Larry Bird, playmaker, I Love This Game, raza blanca, tirador y no sé cuantas cosas más.
Gracias a Covi, porque la sonrisa de la mascota de Barcelona ’92 era una burda imitación de la tuya.
Gracias a Silvia, porque no debe de ser fácil estar siempre contenta y transmitirlo a los demás.
Gracias a Luis, por ser un tipo sencillo y bonachón pero capaz de hacer las cosas rapid manufacturing.
Gracias a David, por darnos su fuerza mediante una onda vital y por hacernos mejores personas a los demás.
Gracias a Isa Santamarta, porque si el Clínic en sí mismo ha sido genial, tú lo has hecho aún más especial. Gracias por ser el colofón final.
Y por supuesto, me gustaría destacar a la organización por haber hecho posible que sea partícipe de este formidable grupo de personas. Ante todos aquellos que componen FIDA (Familia de Idealistas para el Desarrollo de la Amistad) me quito el sombrero y les agradezco todo lo que han hecho por nosotros.
Gracias a Paz, por aguantarnos siempre aunque le diéramos mucha “guerra” y por ser uno de los nuestros.
Gracias a Cristina, porque se me lengua la traba cuando pienso en el riesgo de morir creyéndonos gallinas porque somos muy pocos los que de verdad nos atrevemos a volar.
Gracias a Chema, por tus grandes consejos para manejar el “bicho” y porque de mayor quiero ser como tú.
Gracias a Mónica, por unirnos a jugar al parchís a los verdes, rojos, amarillos y azules, comernos los unos a los otros y contar todos veinte.
Y una mención especial para Riesgo, Kike Riesgo. Un agente con licencia para ahuyentar osos y leones, para esquivar tifones, para juntar corazones y que tiene unos grandes c _ _ _ _ _ _. Por haber sido un formador, un padre y un colega.
En sólo 13 días han quedado en el recuerdo anécdotas legendarias; partidos de baloncesto; charlas; RISAS; trabajo en equipo; consejos davidescos; viajes en autobús; caminatas cogidos de la mano; RISAS; ascensos por terrenos montañosos; superación; lucha; esfuerzo; borracheras; resaca; RISAS; preguntas de patata caliente; espacio-estilo; frotamientos contra piedras; cocina colaborativa; RISAS; Luarca-Valdés; móviles sin batería por overbooking de whatsapp; artículos de periódico y cámaras grabando; Legos inverosímiles; RISAS; películas de romanos; un hombre que vende galletas y tiene unos grandes bowlings-gónadas-pendientes reales; el restaurante Marisol; RISAS; clavículas que se salen de su sitio; personas que entran por la ventana; plantar un árbol masturbado; protocolo con Mary Poppins.
Pero sobre todas las cosas, ¿Sabéis qué permanecerá en el recuerdo? Las RISAS.
Y recordad, amigos: “somos los amos de nuestro destino y somos los capitanes de nuestra alma”.
Os quiero.
(Norman)